¿Simpatía o burla? aún no se sabe con certeza lo que el popular Tongo ocasiona al público cuando aparece en nuestras pantallas o cuando lo vemos haciéndonos una graciosa (o asquerosa para algunos) mueca en una cabina de teléfonos. Lo cierto es que Tongo no sólo ha causado revuelo en la publicidad de prestigiosas marcas, sino que su popularidad lo ha llevado a las zonas más exclusivas de la capital, entre ellas, su tan querida “Eisha”.
Las opiniones están bastante divididas. Están quienes consideran que Tongo es un ícono de nuestra cultura chicha, un símbolo del verdadero peruano (¿hay un falso peruano?), una muestra de superación y personalidad. Por otro lado está la gente que lo considera ridículo y patético, quienes no pueden creer por qué es conocido este personaje, ya que no saben qué de bueno tiene tanto en el canto como en el aspecto físico. En ese sentido no se puede llegar a un acuerdo. Pero nadie puede negar que es en parte gracias a su carisma o lo que sea que, de cierta manera, se han unido dos estilos de vida y costumbres muy distintas: la "pituca" y la "serrana".
Así como la cumbia se ha popularizado en todos los niveles sociales y económicos, Tongo también lo ha logrado, ha llegado a realizar conciertos en las discotecas más exclusivas de Lima. Pero la pregunta sigue sin respuesta ¿la gente disfruta con él o disfruta a costa de él?
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