viernes, 24 de abril de 2009

MAC FO' DUMMIES


Luego de haber puesto el tema sobre la mesa y darme cuenta de que lo único que sabía sobre él era que algo tenía que ver con un elefante de metal que veo todos los fines de semana en la Av. Grau decidí ser la que encabeza esta pequeña reseña sobre qué demonios está pasando en este raro parquecito al frente del estudio 4 de Barranco. Bueno pues, resulta que mi plancito de escribir tres oraciones locas resumiendo el asunto fue boicoteada por la aburrida complejidad que caracterizan a asuntos donde todos creen tener la razón y pocos se dan la molestia de averiguar un poco sobre el tema. Por esto y muchas cosas más, entre ellas tener que presentar un post de x palabras para un curso de Cultura y Civilización de quinto ciclo que estoy llevando en noveno por los comúnmente sufridos cambios de currícula (sin ánimos de ofender a nadie), se convertirá en un profundo y siempre útil:

Qué demonios pasa con el MAC FO' DUMMIES!!!!

  1. En Barranco existía un parque llamado por los vecinos “La Lagunita” en la Av. Grau porque, efectivamente, había una lagunita en la que grandes y chicos podían asistir libremente a divertirse e incluso acampar (sí, acampar en un parque. Suena raro pero aparentemente para los barranquinos era cosa de todos los días.)
  2. Hace algunos años este emblemático y querido parque fue convirtiéndose en un lugar “inseguro” y descuidado debido al abandono de los municipios de turno y el antes lugar familiar, ya no solo se usaba para divertirse y acampar, sino también como refugio para gente de “mal vivir”.
  3. Durante la alcaldía de Fina Capriata, se cedió en concesión este parque al IAC (Instituto de Arte contemporáneo) a modo de obra de “restauración”.
  4. El IAC creó el proyecto del MAC (Museo de Arte Contemporáneo) para lo que se colocaron rejas alrededor de los 15 mil metros cuadrados de terreno del parque para poder iniciar las constricciones debidas.
  5. El gobierno siguiente de Martín del Pomar, en un principio, apoyó el proyecto, pero luego decidió rescindir el contrato por sostener que se habían incumplido varias cláusulas del contrato y por quejas de los vecinos.
  6. Los vecinos, por su lado, no andaban muy felices con esta situación pues su lagunita de siempre, donde habían dado su primer beso y fumado su primer... cigarro ya no estaba de un día para otro y a cambio habían metros y metros de reja maciza que separaba al “espacio público” del público.
  7. Este alcalde ordenó el cierre del complejo, hecho que nunca se pudo dar debido a que la directiva del IAC recurrió al Poder Judicial que aprobó una medida cautelar que decidió que el contrato se siga cumpliendo hasta que termine el proceso judicial.
  8. El MAC, para, de cierta forma calmar las aguas, decidió lanzar muestras itinerantes de arte contemporáneo de artistas locales a los que todo el público puede ingresar libremente, sin embargo, lo que parece seguir molestándole a la gente son las rejas.
  9. Hasta el momento, existe un bando que está de acuerdo con la iniciativa y otro que sigue reclamando su lagunita y que quiten las rejas.
  10. Conclusión: todo esto se pudo haber evitado si los gobiernos distritales hubieran hecho su tarea desde el principio y fueran, efectivamente, representativos.

Corriendo el riesgo de sonar poco intelectual y simplista me pregunto ¿A nadie se le ocurrió simplemente arreglar la Lagunita y botar a los 2 pastrulos locos que vivían ahí? Osea, no entendí nada. El problema surge cuando algunos grupos argumentan que este espacio artístico no solo está mal por sus rejas, sino por lo que estas representan: elitismo, segmentación, separación, etc. Las rejas no solo son barreras físicas, son barreras visuales, emotivas, figurativas por donde se las vea. Lo hecho hecho está, entonces el proyecto, además de tener que ser resuelto por la vía legal, debe tomar en cuenta otro actor importante, si no el más importante: la comunidad.



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